Joven
Para relacionarte con alguien, debes conocer la perspectiva de esta persona, así que es muy útil aprender sobre los desafíos que enfrenta una persona con autismo. Puede tener dificultades para leer tus emociones o podría leerlas pero no saber por qué te sientes así. Además de esta confusión, los problemas sensoriales y la introversión son comunes, así que socializar puede ser agotador.
Aprende sobre los comportamientos de las personas con autismo. Por ejemplo, pueden:
- Repetir cosas que alguien más haya dicho. A esto se le llama "ecolalia".
- Hablar sobre un tema durante un largo periodo de tiempo, mucho después de que otros hayan perdido el interés, sin darse cuenta de que esto ha sucedido.
- Interrumpir con afirmaciones que parezcan relevantes a la discusión actual.
- No responder a sus propios nombres.
Comprende la importancia de la rutina. Para muchas personas con autismo, la rutina es un aspecto importante de sus vidas. Puedes ayudarla asegurándote de que su rutina se mantenga según lo planeado a lo largo del día.
- Si te has vuelto parte de la rutina de esta persona y luego la rompes, podría ser muy inquietante para ella.
- Trata de tener en mente su perspectiva al interactuar con esta persona. Ten en mente que solo porque es posible que tú no valores tanto la rutina y, por lo tanto, no te importe mucho si uno se sale de ella o no, para esta persona puede ser un gran problema si esto sucede.
Reconoce el poder de los intereses especiales. Quizás, tu amigo se dedique a sus intereses especiales con frecuencia, y le encante hablar de ello. Determina si su área de interés se superpone con la tuya, y úsalo como una herramienta para conectarse.
Conoce las fortalezas, diferencias y desafíos de esta persona. Cada persona autista es diferente y, por lo tanto, es importante comprenderla como alguien único.
Mantente atento a los signos de estrés, e intervén para evitar un colapso o un bloqueo. Si una persona con autismo se sobrecarga, puede terminar gritando, llorando o perdiendo la capacidad de hablar. Es posible que tu amigo no reconozca las señales de estrés por sí mismo, por lo que si notas que se está agitando, sugiérele que tome un descanso.
- Ayúdalo a llegar a un lugar tranquilo y pacífico con menos ruido y movimiento.
- Llévalo lejos de las muchedumbres y de los espectadores.
- Pregúntale antes de tocarlo o agarrarlo. Por ejemplo, "Me gustaría tomar tu mano ahora y llevarte afuera". Es mejor que evites sobresaltarlo o asustarlo.
- Evita criticar su comportamiento. Tu amigo no pueden controlarse muy bien ahora, y es mejor que no lo acentúes aún más. Si estás abrumado, vete.
- Pregúntale si le gustaría un buen abrazo. A veces esto ayuda.
- Deja que se relaje por un rato después. Es posible que quiera conversar solo contigo o que quiera estar solo.
Algunos consejos más...
- Recuerda que cada persona con autismo es única. No hay un enfoque único que funcione y aprenderás de forma natural la mejor manera de interactuar a medida que la conozcas.
- A tu amigo autista puede tomarle más tiempo "salir de su caparazón" o es posible que no lo haga del todo. Esto está bien. Déjalo moverse a su propio ritmo.
- Estar consciente de las preferencias de una persona con autismo puede ayudarte a ser un mejor amigo para ella, pero no señales estas diferencias repetidamente o cuando estén en un grupo. La persona sabe que es diferente y le molestará que la traten de forma diferente si se llama la atención a ello.
- Trata a las personas autistas con la misma amabilidad y respeto con que tratas a los demás.